Según datos de Euromonitor, en los últimos cinco años, el consumo de leches vegetales derivadas de soja, nueces, almendras, avena, coco, etc. ha crecido un 33,5 % algo que se debe, no sólo a la prevalencia del número de intolerantes a la lactosa, sino también al auge de los consumidores que buscan bebidas de origen vegetal, por la imagen positiva y sana que trasciende de ellas, tanto a nivel nutricional, como ambiental.
Leches vegetales y altas presiones hidrostáticas, una alianza de conveniencia
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